Valencia

Érase una vez un viaje de los que se graban en la retina y en el corazón. No podía ser otra ciudad, tenía que ser Valencia.

Valencia
Torres de Serranos 📌  Foto de @visitvalencia.

Tras unas horas de trayecto, por fin llego a mi parada: la Estación del Norte de Valencia. Recojo mi maleta y nada más bajar del tren, siento una mascletá de emociones en mi interior. Siento que éste va a ser un viaje muy especial.

Cargada con mi pequeña maleta y un montón de ilusión, me dispongo a dirigirme a mi hotel, pero no puedo evitar detenerme y contemplar el lugar donde me encuentro. La arquitectura de esta ciudad, su olor, su color, ¡enamora! Y la Estación del Norte de Valencia es un perfecto resumen de todo ello. Es un lugar que siempre me ha parecido espectacular, por su gran tamaño y su decoración interior de cerámicas vidriadas y mosaicos, tantos colores y tanta luz que no sientes que estés en una estación. Parece más bien que viajas en el tiempo.

Me dirijo hacia fuera y contemplo la Estación desde el exterior, sin evitar fijar la mirada en la fachada. Huele a naranjas y flores de azahar dando la bienvenida a Valencia. Es un día soleado y la luz atraviesa mi piel. Huelo a pólvora. Giro cual peonza y contemplo a mi derecha la Plaza de Toros de Valencia, de estilo neoclásico con sus arcos enladrillados, la calle Xátiva con sus edificios modernistas, y frente a mis ojos, una calle abierta al corazón de Valencia, una ciudad que nos robará el corazón.

Estación del Norte_Interior
Estación del Norte 📌  Foto de @visitvalencia.

No quiero perder ni un minuto, agarro mi pequeña maleta y comienzo a caminar hacia la Plaza del Ayuntamiento, lugar mundialmente conocido por sus famosas Mascletàs. De nuevo la arquitectura me fascina, no hace falta ser un entendido en la materia, simplemente la arquitectura de los edificios capta mi atención. Consulto en internet y en esta zona predominan los edificios neoclásicos y modernistas. El Ayuntamiento y el Edificio de Correos captan mi atención, pero es el conjunto de toda la Plaza lo que enamora. Sí, enamora.

Paso el edificio de Correos y giro a la derecha. Camino unos pocos metros más para llegar a mi hotel, el SWEET HOTEL CONTINENTAL, situado en pleno corazón de la ciudad.

 — Buenos días, ¿en qué podemos ayudarle? — me pregunta el recepcionista.
 — Buenos días. Tengo una reserva, este es el bono — le entrego el bono de la estancia y el DNI y espero unos minutos mientras me registran — sé que es temprano, así que si no está la habitación ¿podría dejar la maleta y volver más tarde a por ella?
 — No se preocupe. Lo miramos — comprueba un par de minutos —. Pues veo que su habitación está lista, así que, aunque sea pronto puede disponer ya de ella si quiere y dejar directamente el equipaje. Su habitación es la 307. Aquí tiene la llave y la clave para el WiFi. El horario de desayuno es de 07:30h a 10:30h y si lo desea, hay disponibles productos sin gluten y leche de soja y sin lactosa. El día de salida ha de estar la habitación libre antes de las 12.00h, pero podemos guardar su equipaje si lo necesita sin ningún problema y de forma totalmente gratuita. Esperamos que disfrute mucho de su estancia con nosotros y si desea cualquier información de la ciudad, entradas o reservar algún otro tipo de servicio, no dude en preguntarnos.
 — ¡Genial! Muchísimas gracias.

Sweet Hotel Continental_Habitación Doble
Habitación Doble. Foto @sweethotelcontinental

Me dirijo hacia mi habitación con una sonrisa, ganas de ponerme ropa cómoda (me va a hacer falta para la próxima actividad 😉) y retomar mi viaje. Accedo a mi habitación y allí está, mi hogar durante estos días de aventura. Todo limpio, la cama tan perfectamente estirada… Todo parece pendiente de ser estrenado. Abro el armario para depositar allí mi maleta, y no puedo evitar mirar de reojo hacia atrás e impulsarme de espaldas a la cama. Y respirar profundo… Huele a limpio, huele a calidez de hogar. Y ahora sí, aparto las cadenas que me atrapan a esta cama porque ¡me tengo que ir!

Totalmente preparada para empaparme de la cultura valenciana, y con el pequeño capricho de entrar por la Puerta Grande, vuelvo a la Plaza del Ayuntamiento y termino de recorrerla, dirección a la C. Sant Vicent Màrtir, la calle más larga de Valencia y durante siglos fue la calle más larga de España. ¡Me encanta ver este tipo de curiosidades por Internet! Pero veo que son 3,8km de calle, así que no voy a recorrerlos en este momento. Tengo una cita perfectamente preparada.

Avanzo hasta acceder a la Plaza de la Reina, y observo frente a mí al famoso Micalet. Esta ciudad me atrapa a cada paso. La plaza, bulliciosa de gente, negocios, mesas dónde tomar tranquilamente un café… ¡Tengo que continuar! Llego al final de la Plaza y giro a la izquierda, para adentrarme en pleno centro histórico valenciano, más conocido como el Barrio del Carmen, corazón de esta bella ciudad. Me adentro en sus arterias cargadas de color, de alegría, de negocios, de arte callejero y de nuevo, me dejo atrapar.

Hasta que llego a Carrer del Serrans y, conforme avanzo, observo lo que para mí es otra de las señas de esta identidad. No podía empezar todo en otro lugar que no fuera en una de las puertas principales de esta ciudad, la Puerta de Serranos. Llego a la Plaça dels Furs (o Plaza de los Fueros), y me detengo mirando embelesada a lo alto de estas torres.

 — ¡Hola! — escucho a mi espalda mientras me giro en dirección a la voz.
 — ¡Ay! ¡Hola Anabel! — no sé cuánto tiempo llevo observando las Torres —. ¿Qué tal?
 — Muy bien, preparada para enseñaros otro lado de Valencia. ¿Preparados?

Asentimos todos los presentes con una gran sonrisa en el rostro.

 — Perfecto, ¡esa es la actitud! Pues antes de nada presentarme. Me llamo Anabel Arco, guía y fundadora de EXPERIENCE VALENCIA y hoy voy a ser vuestra guía en esta ruta en bici que vamos a realizar y que espero que disfrutéis tanto como la disfruto yo. Vamos a recoger las bicis y comenzamos. ¡Seguidme!

Me dirijo con el grupito a recoger cada uno nuestra bici y seguimos a nuestra guía de rizado cabello dorado. Avanzamos por las calles hasta salir de frente a la Plaza de la Virgen, otra de las plazas que no me podía perder en este viaje. Micalet al fondo, Catedral de Valencia a la izquierda y de frente, la fuente situada en el centro de la plaza. Fuente que trae a mi memoria recuerdos de palomas…

 — Vamos a hacer una breve parada aquí porque en esta Plaza tan famosa hay varias cosas que os quiero comentar:

Plaza de la Virgen 📌  Foto de @visitvalencia.

Estamos en la Plaza de la Virgen o como nosotros la conocemos la Plaça de la Mare de Déu. Esta plaza tiene un significado muy especial para los valencianos, porque es dónde se realiza la ofrenda a nuestra Geperudeta, a la Virgen de los Desamparados, en nuestras queridas Fallas. Seguramente todos habréis visto la imagen del manto confeccionado con las flores de los ramos que traemos los falleros de todas las comisiones hasta esta plaza.
También es muy importante porque como veis aquí se encuentran 3 edificios muy importantes: el Palacio de la Generalidad, la Catedral de Santa María y la Basílica de la Virgen de los Desamparados — nos dice Anabel mientras nos indica los edificios.

  — Es justo en este último — continúa explicándonos Anabel —, en la Puerta de los Apóstoles, donde se celebra cada jueves justo a las 12.00h con las campanadas del Miguelete, el Tribunal de las Aguas, tradición cultural declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
   Y, por último, aunque no menos llamativa y continuando con la importancia del agua en esta ciudad, la Fuente del Turia, obra del escultor Manuel Silvestre Montesinos que representa al río Turia y cada una de las ocho figuras femeninas que le rodean, desnudas y con tocado de labradoras valencianas, representan a las ocho acequias principales de la Vega de Valencia.
   Este es sin duda uno de los corazones neurálgicos de esta ciudad, situada en pleno centro de la ciudad y sucesora del antiguo foro de la Valentia romana. ¡Continuamos!

Nos seguimos adentrando en pequeñas calles bici en mano, respirando la esencia del corazón valenciano.

 — Hago una breve parada de nuevo para señalaros que justo a nuestra derecha se encuentra el Palacio del Marqués de Dos Aguas, marca de la burguesía valenciana de otras épocas y que ahora alberga en su interior el Museo Nacional de Cerámica y de las Artes Suntuarias González Martí, por si queréis acercaros a conocerlo durante vuestra estancia en Valencia.

Retomamos de nuevo la marcha, hasta llegar al carril bici y ya subir en nuestras bicis para continuar, nunca mejor dicho, rodando. Pasamos por los Jardines de la Glorieta y observamos los grandes ficus que allí se encuentra frente al palacio de Justicia. Continuamos y pasamos por el lado de la Puerta del Mar, reproducción de la antigua puerta que abría la muralla medieval en el antiguo camino hacia el mar.

Tomamos la Avenida Navarro Reverter hasta el final, giramos a la izquierda y observamos un tímido puente lleno de color, el Puente de las Flores. Por suerte es un día soleado, y el juego de las flores, el sol, el olor a naturaleza… Por un instante parece que nos salimos de la ciudad, que nos adentramos en un remanso de naturaleza.

Cruzamos el puente y bajamos al pulmón de la ciudad, el antiguo cauce del río Turia ahora convertido en un jardín de casi 10 kilómetros y unas 110 hectáreas, y con el que comparto año de nacimiento 😊.

Puente de las Flores 📌  Foto de @experiencevalencia.

Paseamos en bici por el lado derecho de los jardines mientras Anabel nos continúa contando curiosidades y datos sobre el parque, y una sensación de serotonina inunda mi cuerpo. Y entre tanto verde a nuestro alrededor, de pronto, sin apenas darnos cuenta, se abre otro espacio con una gran fuente de chorros en medio: el Palau de la Música. Otro de los grandes símbolos de esta ciudad, no el Palau en sí mismo, sino la Música. La cultura musical de la Comunidad Valenciana es también, ya que parafraseando a Nietzsche «Sin música la vida sería un error». Y Valencia sin su amor por la música, no sería Valencia.

Continuamos nuestro verde paseo, disfrutando del aire puro y de risas entre los compañeros del grupo. Incluso en uno de los momentos me he despistado y la bici ha tambaleado. Por suerte, teniendo en cuenta lo patosa que puedo llegar a ser a veces, no he besado esta soleada tierra. Y de nuevo, distraída navegando en mis pensamientos… edificios majestuosos se alzan frente a mí, el símbolo más contemporáneo de la ciudad de Valencia: la Ciudad de las Artes y las Ciencias. Cada una de sus 6 estructuras por separado impresiona, pero el conjunto me fascina. Es mucha la luminosidad que transmite, y no sólo por su color.

 — ¿Impresionados verdad? Valencia es una ciudad que impresiona por sus grandes contrastes, y eso es precisamente lo que buscamos en esta ruta. Si os parece quedamos en este mismo punto en 10-15 minutos, por si queréis tomar algún refresco, sacaros alguna foto ‘influencer’ o simplemente descansar un poco antes de volver, ¿ok?

Aprovecho para acercarme a un puesto que veo de zumos de naranja. Ahora mismo un zumito natural con estas vistas es un pequeño placer al que no estoy dispuesta a renunciar. Tomo mi zumo, y me siento en una zona de césped a disfrutar de este momento tan valenciano.

Ciudad de las Artes y las Ciencias 📌 Foto de @experiencevalencia.

Pasados los minutos de descanso, vuelvo a subirme a la bici. Anabel nos indica que ahora iremos por el lado contrario del cauce, así podemos verlo en su totalidad. Y conforme avanzamos, en unos pocos metros vislumbramos el Parque Gulliver y retornamos brevemente a nuestra niñez. Yo retrocedo en el tiempo porque es otro de los lugares que recuerdo haber visitado de niña con la visión que la infancia nos concede. Pero aún ahora, con la perspectiva de adulto, este inmenso Parque me resulta uno de los puntos más carismáticos de la ciudad. Y visto desde arriba, es impresionante.

El sol penetra por cada poro de mi piel. No es época de calor, aunque el sol está presente en Valencia unos 300 días al año, y en este día soleado se agradece estar rodeada de naturaleza. Anabel, la guía, continúa dirigiendo el grupo por este verde paraíso hasta alcanzar el Puente de la Exposición, o más popularmente conocido Puente de la Peineta. Es otro de los múltiples puentes que cruzan el cauce del río, este de estilo más modernista y obra, al igual que las Ciudad de las Artes y las Ciencias, del arquitecto valenciano Santiago Calatrava.

 — Vamos a realizar la última parada antes de volver a llevar las bicis — nos indica Anabel —. Nos encontramos en el Puente de los Serranos, desde aquí tenemos una magnífica panorámica de las Puertas de la Ciudad de Valencia, las Torres de Serranos. Son una de las 2 puertas fortificadas de la Muralla del antiguo Reino de Valencia que permanecen en pie y uno de los lugares clave de la ciudad de Valencia. Y se puede acceder a la parte superior de las mismas y disfrutar de unas maravillosas vistas tanto del centro como de la periferia de la ciudad.

Contemplar las Torres de Serranos desde el otro lado del Puente y caminar hacia ellas, disfrutar de cada paso y sentirnos cada vez más pequeños conforme nos acercamos, adentrarnos a conocer Valencia entrando por sus puertas es algo mágico. Y terminar esta fantástica ruta pasando por el arco realmente me resulta maravilloso.

Torres de Serranos 📌  Foto de @visitvalencia.

 — Bueno, ha sido placer para mi compartir este par de horitas con vosotros y sobre todo espero que os haya gustado la experiencia. A mí al menos es una de las que más me gustan y lo he pasado genial. Así que muchísimas gracias a todos y si necesitáis cualquier cosita o información sobre algo, no tenéis más que contactar conmigo y estaré encantada de atenderos.

Anabel saluda energéticamente y se despide.

Me encuentro de nuevo en el Barrio del Carmen, en la plaza de los Fueros, barrio que realmente se merece que lo paseemos sin prisas y seguro que pasaré muchas veces por aquí durante estos días. Miro el reloj porque el tiempo se pasa muy rápido, y comienzo a tener hambre. La gastronomía es algo que nunca debemos dejar de pasar en ningún viaje, pero en Valencia es algo esencial. Recuerdo la recomendación que nos ha comentado Anabel durante la ruta de no olvidarnos de pasar por el Mercado Central, así que me dispongo a pasear tranquilamente por las calles empedradas del Barrio del Carmen.

Alimentada el alma de tanta naturaleza, historia y arte, es hora de alimentar el estómago de la mejor manera posible. Desde 1839 se ubica en el mismo punto el Mercado Nuevo, origen del actual Mercado Central de Valencia considerado el mayor mercado de productos frescos de Europa. Aunque no siempre ha sido igual, desde 1928 se alza como uno de los edificios modernistas más emblemáticos, con más de 8000 metros cuadrados repletos de aromas, colores y sabores mediterráneos. Sin duda, uno no sabe muy bien dónde mirar, si a la espectacular arquitectura de este edificio sin igual o a las maravillas gastronómicas que contiene en sus cerca de 300 puestos.

Después de quedarme boquiabierta y babear, sí, literalmente babear, decido hacer una parada y disfrutar de los productos de esta tierra en el Central Bar, bar tradicional de este mercado y donde actualmente podemos disfrutar de un bocadillo o unas deliciosas tapas de manos del Chef Ricard Camarena, quien además ha recibido recientemente el Premio Nacional de Hostelería 2020 como mejor cocinero/empresario por la Confederación Empresarial de Hostelería de España entre muchos otros premios. ¿Se puede pedir algo más a este maravilloso lugar?

 — Buenos días. ¿Qué desea?
 — Pues una caña. Y para comer, ¿alguna tapa que me recomiendes?
 — Pues le recomiendo nuestro Calamar de Playa de la Carta, y a parte fuera de carta ya que siempre tenemos platos acordes a los productos frescos del Mercado, le recomendaría unos calabacines en flor de tempura y además hoy tenemos allipebre. También por supuesto nuestra ensaladilla, nuestras bravas “Lourdes Luz” y para terminar cualquiera de nuestros bocadillos.

Como me apetece más una picaeta, pido un par de tapas y me dejo sorprender. Disfruto de los maravillosos productos maravillosamente preparados con una cerveza bien fresquita. Cada tapa a cuál mejor, pero no puedo evitar hacer mención al allipebre, comida típica valenciana mucho menos conocida que la famosa Paella Valencia, pero no por ello menos espectacular. Y como me han hablado tan bien de los bocadillos, no puedo evitar pedir medio de “Mary” porque me encanta la sepia. Y la verdad, ¡está espectacular!

Después de una buena comida, no hay nada mejor que una buenísima tradición española que es dormir la siesta, ¡pero nada más lejos! No quiero dejar de disfrutar este viaje ni un momento, así que la mejor alternativa a una buena siesta, para mí es tomar un buen café. Muchas cosas no sé, pero afortunadamente cervezas y cafés en España encontramos sin necesidad de buscar mucho, y en el Barrio del Carmen de Valencia la oferta de restauración es muy extensa. Desde sentarte a tomar algo o comer en una de sus callecitas más recónditas a tomarlo en una de sus plazas con unas vistas fantásticas.

Justo salgo del Mercado Central con dirección al edificio de La Lonja de la Seda para verlo aprovechando que estoy aquí, y veo un puestecito de “ORXATA XURROS XOCOLATE”. No es café, pero una rica y fresca horchata de postre con un toque de canela y, por qué no, un farton tampoco está nada mal.

A lo tonto ya son casi las 15h, así que creo que me quedaré paseando por el corazón de Valencia y ver el cambio de luces y colores al anochecer. Aún me quedan cositas que ver por aquí, sin ir más lejos la Lonja de la Seda, otro de los edificios emblemáticos de la ciudad y declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Decido dedicar 1h a visitar este edificio tan espectacular que previamente había podido investigar un poco gracias a Visit Valencia, ya que gracias a toda la información que pude consultar en su web, decidí aventurarme y organicé este viaje que tanto estoy disfrutando.

Catedral de Valencia 📌  Foto de @visitvalencia.

Antes de que el sol desaparezca, un poco más de ejercicio para bajar la comida y el postre no viene nada mal. Además, ¿hay mejor sitio para ver atardecer en cualquier ciudad que desde lo alto? Me dirijo de nuevo a la Catedral de Valencia para disfrutar también de su interior. Accedo y contemplo la inmensidad de este magnífico edificio, que contiene uno de los tesoros de la ciudad y, parece ser, de la humanidad. La catedral se compone de 3 naves, crucero y capillas laterales. Me coloco justo en la intersección, en el centro del crucero, y observo 720°, porque con 360° no es suficiente. La luz que entra por cada ventanal del cimborrio y los vivos colores de los frescos renacentistas que dan vida a 12 ángeles músicos encargados por el valenciano Don Rodrigo de Borja (o de Borgia), quien fue el Papa Alejandro VI y uno de los personajes más importantes de la historia valenciana. Esta maravillosa obra me recuerda de nuevo la larga unión de esta tierra con la música. Quizá este amor tan duradero nació en este mismo lugar…

Retomo la visita y me dirijo a los pies de la Catedral, donde se encuentra la Sala Capitular, actualmente convertida en la Capilla del Santo Cáliz. Sí, del Santo Cáliz, el Santo Grial, objeto de miles de leyendas y teorías distintas relacionadas con la búsqueda del Santo Grial. No puedo evitar recordar “El Código Da Vinci”. ¿Por qué Robert Langdon no llegó hasta aquí? Al Santo Grial se le han adjudicado distintos significados, pero según estudios el vaso de piedra superior de este Santo Cáliz podría haber sido el vaso con el que Jesús celebró la eucaristía la víspera de su Pasión, en esa última cena tantas veces recreada artísticamente.

Capilla del Santo Cáliz 📌  Foto de @visitvalencia.

Y, por último, ahora es momento de calentar motores y subir los 207 escalones de la Torre del Miguelete, para contemplar las vistas del centro de Valencia y el atardecer de este gran día desde un punto privilegiado. Llego arriba y veo la luz descendiendo y al aroma el aire en mi rostro. Me quedo sin palabras para describir este privilegiado momento…

Vistas desde El Miguelete 📌  Foto de @visitvalencia.

Pero antes de volver a mi fantástica habitación que me espera para abrazarme entre sus acogedores sábanas blancas, decido terminar este fantástico primer día con una experiencia “íntima y memorable”. Dentro de mi meticuloso estudio sobre Valencia antes de planificar el viaje, descubrí una actividad calificada como la número 1 en TripAdvisor, así que ¿cómo no vivirla?

Me dirijo a Unic Daily Goodness, en la Plaza de Sant Jaume I, cerquita de la Catedral, donde he quedado con Sea Saffon para comenzar esta nueva experiencia.

 — ¡Buenas tardes grupo! ¿Cómo va vuestra visita por Valencia?
 — ¡Hola! — nos saludamos. Y continúo diciendo — Pues la verdad que genial. Con muchas ganas de seguir descubriendo cosas — y sonrío.
 — Pues habéis reservado la experiencia perfecta. Como ya estamos todo el grupito, vamos a comenzar nuestro tour de hora y media por el casco antiguo antes de irnos de tapas. Quizás alguno ya habéis tenido un poquito de tiempo de pasear por aquí, pero igualmente estoy seguro que no os va a dejar indiferentes la visita, ya que vamos a descubrir algunos de los tesoros de esta hermosa ciudad en la que nos encontramos.

Comenzamos a caminar siguiendo al guía. Visitamos el Mercado Central, La Lonja, la Plaza de la Virgen… El guía nos explica cada uno de los monumentos mientras escuchamos atentamente y disfruto de nuevo de cada uno de estos monumentos.

Y de pronto, entre estas calles tan carismáticas, nos detenemos frente a La Parroquia de San Nicolás de Bari y San Pedro Mártir, más conocida como Parroquia de San Nicolás, que “es probablemente el mejor ejemplo de convivencia de un templo de estructura gótica del siglo XV con decoración barroca del siglo XVII que encontramos en la ciudad de Valencia” como nos explica el guía.

Acceder a esta parroquia y contemplar tanto la estructura original como los frescos que alberga de escenas de la vida de San Nicolás de Bari y de San Pedro Mártir es realmente sorprendente. Al contemplar tanto arte comprendo el por qué se la conoce como la Capilla Sixtina Valenciana y porqué Sea Saffron nos ha traído aquí. Es un lugar espectacular que no nos podemos perder .

Capilla de San Nicolás 📌  Foto de @visitvalencia.

 — ¿Qué os ha parecido esta visita?
 — ¡Genial! — dice alguien.
 — ¡Preciosa! — contesta otra persona.
 — ¡Maravillosa! — no puedo evitar poner mi granito de arena de admiración.
 — ¡Fantástico! ¡Me encanta oír eso! — sonríe el guía —. Pues si esto os ha gustado, lo que viene a continuación os va a dejar boquiabiertos.

Caminamos junto al guía comentando puntos de la visita. Qué bonito es conocer personas durante los viajes que seguramente no volverás a ver jamás, pero con las que compartes experiencias, risas y alguna que otra anécdota de regalo. Nos dirigimos hacia las murallas originales de la ciudad, que como el guía nos indica datan del siglo XI.

Uno por uno accedemos a un comedor íntimo dentro de la piedra, con una luz tenue y a su vez cálida, acogedora… Un lugar de cuento donde degustaremos de 10 tapas perfectamente maridadas de vinos regionales. Hay pocas cosas que me puedan gustar más que un buen vino, una buena tapa y una buena compañía. Y hoy, aquí, lo tengo todo.

   — Buenas noches a todos — nos saluda Eduardo, la persona que dio forma a esta experiencia que ahora mismo estoy disfrutando —. Quería daros la bienvenida personalmente a este rincón tan maravilloso donde deseo que disfrutéis del menú que os tenemos preparado.

Foto de @seasaffron.

Comienzan a servir el vino y a sacar tapas que iremos degustando mientras el pequeño grupo de 8 desconocidos (bueno, al menos para mí son desconocidos), disfrutamos y comentamos el olor de una copa de vino, el sabor de esa primera tapa que inunda nuestros paladares y elogiamos la decoración del lugar.

Ya es hora de retirarnos y aunque me muero de ganas de llegar a mi impoluta habitación en el Sweet Hotel Continental, de darme una buena ducha y alborotar la perfecta cama mientras disfruto de una buena película, no puedo evitar sentir cierta nostalgia de que este primer día esté llegando a su fin.

 — Buenas noches — me saluda el recepcionista.
 — ¡Buenas noches! — contestó extrañamente entusiasmada. Soy una de esas personas a las que les encanta escuchar un Hola, Buenos días, Buenas noches.

Subo a mi habitación en la tercera planta, abro la puerta y ahora sí, ¡por fin en casa!

Toca descansar, aún queda mucho por ver…


8 comentarios en “Valencia”

  1. He recorrido mucho lugares del mundo y Valencia lo tengo pendiente. Sin duda alguna, tomo nota de todos los rincones mencionados en esta página que espero muy pronto, poder visitar. Enhorabuena por este estupendo bloc !!!!!

    1. Pues es una ciudad sorprendente, así que cuando se pueda espero que la recorras con tranquilidad, pues se aprecian mucho más los detalles. Y me alegra mucho saber que tanto los rincones como las propuestas de hotel, restaurantes, actividades, las tengáis en cuenta a la hora de vuestros viajes. Muchas gracias por acompañarme en el que espero que sea el primero de muchos viajes juntas.

      1. Maria Perello

        Valencia todavía es una ciudad desconocida para mi… no estaba en mis planes visitarla. Después de leer tu relato, has despertado mi interés y ahora quiero conocerla!
        Ya estoy buscando un hueco en mi calendario para visitarla y por supuesto ir a estos sitios que has descrito con todo lujo de detalles. Quien sabe, a lo mejor coincidimos y me haces de Cicerone…;)
        Espero la próxima historia!!!
        Enhorabuena por este bloc, será un éxito!

      2. Creo que es hora de ir buscando un buen hueco e ir a conocer esta ciudad tan maravillosa. Y me encantaría ser tu Cicerone, pero seguro que nuestra amiga Anabel de Experience Valencia, que nos ha mostrado un modo muy original de visitar la ciudad, lo hace mucho mejor yo (y se sabe muchos más secretos que yo 😉).
        Ya tienes disponible el segundo día de nuestro primer viaje juntos, así que ¡espero que te guste! Y no te vayas que aún nos quedan cosas por ver.

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